jueves, 9 de abril de 2009

Semana Santa

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“Un tiempo para
descubrir a Cristo”
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El mundo cristiano se apresta a vivir el tiempo culmine del año litúrgico, Semana Santa es el centro de la vida cristiana, un tiempo que nos permite seguir a Cristo mientras avanza por el camino de su pasión. A través de la debilidad de un hombre humillado y despreciado, Dios nos manifestó su omnipotencia. Jesús, el Inocente, aceptando libremente ir hasta el fondo en la obediencia a su Padre que lo había enviado, se hizo testigo del amor ilimitado que tiene Dios a todo hombre.

El Domingo de Ramos abrió solemnemente la Semana Santa, con el recuerdo de las Palmas y de la pasión, de la entrada de Jesús en Jerusalén y la liturgia de la palabra que evoca la Pasión del Señor, con los acentos inconfundibles del Evangelio.
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Tres días de reflexión y oración le anteceden al Jueves Santo, día en el que nos reunimos alrededor de la mesa, con Jesús. Es el día de la Ultima Cena de Jesús! Es una Cena Pascual. Con ella nos deja el gran regalo: su cuerpo y su sangre, su presencia para siempre en medio de la comunidad. Es el día de la oración por nuestros sacerdotes.
El misterio de nuestra salvación se realiza en el silencio del Viernes Santo, en el que un hombre abandonado por todos, llevando en sí el peso de nuestros sufrimientos, se entrega a la muerte en una cruz, con los brazos abiertos, en un gesto de acogida de todos los hombres. No hay prueba de mayor amor. ¡Misterio difícil de comprender, misterio del amor infinito!
Ya esta todo consumado, el Sábado Santo nos regala un momento profundo para la reflexión, el Señor ha sido crucificado, nos encontramos en espera de su promesa, acompañamos a nuestra madre María en estas horas de dolor que se anteceden a esta Noche Santa, la Noche de la Resurrección, la noche más bella de todas. En esa noche estamos de vela porque Cristo ha resucitado con El. Celebramos la Vigilia pascual, la gran Vigilia, cumbre del año litúrgico.
Finalmente el día Domingo de Resurrección nos recuerda el triunfó de Cristo sobre la muerte. En la Misa dominical recordamos de una manera especial esta gran alegría. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.

En un mundo donde parece que a veces se ahoga la esperanza, Cristo nos invita también a acoger la mirada de amor que nos dirige y a recibir el perdón que nos impulsará a reanudar el camino de la vida.

Vivamos esta Semana Santa junto a nuestra comunidad en las diversas celebraciones que se han preparado para permitirnos adentrarnos en el misterio de Cristo Resucitado………
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ANDREA ECKHARDT
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