Bajo la derretida inconsecuencia
en promesas hipócritas del ayer,
cubro los campos, como sombra abyecta;
sorbiendo las purpúreas venas campesinas;
desangrando savia a los pilones de leña;
saqueando lana al cordero degollado y
arrebatando a sus animales... la cría primera.
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Soy, yo soy... la traición al Pueblo y
en promesas hipócritas del ayer,
cubro los campos, como sombra abyecta;
sorbiendo las purpúreas venas campesinas;
desangrando savia a los pilones de leña;
saqueando lana al cordero degollado y
arrebatando a sus animales... la cría primera.
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Soy, yo soy... la traición al Pueblo y
la poética indignidad de la Democracia.
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3 comentarios:
Comparto la pataleta...
Exacto. Duro. Me parece.
La poética al servicio del grito. Arranquemos de raíz los estatutos, que los fondos para cultura sean manejados por gente culta.
Que las utopías vuelen vivaces junto las respuestas herméticas.
Saludos
Fredy Araya
Sin estatutos o leyes nos veríamos gravemente enfrentados. La idea es que se respeten las leyes y los estatutos a fin de superar la inconsecuencia.
He tenido la oportunidad de conocer a algunas personas que deciden los fondos de cultura y son gente culta, es probable que tengas una percepción errada.
Un saludo.
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